Salvajes +18
Salvajes Quiero que me desnudes, primero el alma y después mi cuerpo. Dejarte entrar en el espacio privado de mi vida, entre mis piernas. Saber que, cada caricia tuya será sólo para mi. Dueño de mi cuerpo, de mi alma, de mi voluntad... Posas tus manos en mis muslos y asciendes hacía mi cintura, torturándome mientras me miras. Simples caricias cargadas de deseo que me dejan hambrienta como una hiena. Ansiosa, decidida, suplicante y atrevida, mi boca se abre para insinuarme de manera lasciva, pasándome la lengua por los labios, pegándome pequeños mordiscos. Tus dedos trazando líneas por mis pechos me ponen la piel de gallina, y sólo puedo mirar a un lado aguantando esta ansiedad de ti. En el suelo veo mi ropa, en la que sólo faltan mis bragas. Tu sigues vestido, como si tu único pasatiempo fuese desnudarme, torturarme y jugar conmigo. Y lo cierto es que me encanta, adoro ver como te sientes poderoso, mi dueño y señor, el culpable de mi excitación y mi perdida de control. Igu