[DBZ] Un dolor del pasado [Vegeta y Bulma] Capítulo 3 - Final

Capítulo 3

Un dolor del pasado

"Veo tus fotos, escucho canciones que compartí contigo, tengo recuerdos presentes en los que estabas vivo. Has estado en los momentos mas importantes de mi vida hasta que hace trece años tuviste que irte. Sigues estando presente, en cada celebración, en cada tristeza y en cada momento estás tú. Mantengo tu recuerdo, tu nombre, tus sueños, tus sentimientos y tu espíritu. Se que estás a mi lado aunque no pueda verte, que me consuelas aunque no pueda oirte, que me das tu cariño aunque no pueda tocarte. Por que en cada momento importante de mi vida te recuerdo a ti, y cada día me es mas fácil hablar de ti sin derrumbarme y romper a llorar. Por que sé que eso es lo que quieres, que siga adelante, que te recuerde y te ame y deje de sufrir. Jamás podré hablar de ti sin llenarme de lágrimas, pero empiezo a poder expresarme y decir abiertamente lo mucho que te quiero y te echo de menos en mi vida. Una parti de ti se quedó conmigo y jamás la soltaré. Donde quieras que estés, la distancia no hará que te olvide, pues estas siempre a mi lado. Hace trece años que te fuistes para no regresar, pero en mis sueños eres libre, sigues vivo, puedo abrazarte, besarte y decirte lo mucho que te quiero y te hecho de menos. Daría lo que no tengo por poder verte una sola vez mas, darte un beso y poder sentirte. Decirte mirándote a los ojos, "Tito Te quiero muchísimo y soy feliz de que estés conmigo, otra vez". Tu sobrina no te olvida, y te amaré eternamente".

-Bulma, Vegeta está fuera y no creo que muy contento.

Esas palabras llamaron la atención de Bulma inmediatamente. Sabía que Vegeta, en cualquier momento entraría armando un alboroto sin preocuparse en preguntar lo que pasaba. La chica aún se secaba las lágrimas con la manga de su camiseta mientras decidía que decirle a Vegeta.

-Bulma, debes contarle lo que te ocurre. Es tu pareja, él lo entenderá. Debes apoyarte en él mas que en nadie, aunque no hace falta que te diga que yo siempre estaré para ti.

-Ahora mismo sabes que no hay quien le haga razonar y menos aún si piensa sepa dios que cosas.

-Precisamente por eso, vendrá a pelearse conmigo por una confusión. - El saiyan agarró a Bulma por los hombros y la miró. - Me apasiona pelear con él, pero no quiero que sufra por algo que no es.

La joven miró al suelo y pensó en las palabras, tan ciertas como necesarias, que le había dedicado su amigo. Quería hacerlo, contarle la verdad a Vegeta, hablar con él de este dolor tan grande que le atormentaba desde hacía tanto tiempo. Pero no podía, Vegeta era un orgulloso y frío guerrero que vivía bajo una armadura impenetrable por sentimientos. Él sólo es terriotorial por orgullo, no por amor. No entiende de sentimientos ni del dolor de perder a alguien, seguramente terminaría burlándose de ella sin ningún tipo de miramientos.

Apretó las manos y cerró los ojos con fuerza, maldiciendo todo lo que sentía en ese momento, todo lo relacionado con Vegeta, el príncipe de los Saiyans. Se armó de valor y salió fuera, cerrando la puerta tras ella, esperando entablar con Vegeta una conversación sin tener que pegar gritos.

-¡Vegeta! - Se hizo la sorprendida al verlo frente a ella. - ¿Qué haces tú aquí?

-¿Y tú, mujer? - Su respuesta la hizo ponerse en guardia. - ¿Qué haces en casa de Kakarotto?

-Ya sabes que vengo de vez en cuando a verle.

-¿Qué ocultas, Bulma? - Aquella pregunta, tan personal como para dirigirse a ella por su nombre, la sacó de su estado. - Estás muy extraña.

Bulma, que estaba tan sensible con su dolor, habia desatado sus sentimientos y la pena, la presión y el estrés de estos días la estaba haciendo llegar al límite donde lo único que podía hacer era llorar.

Se cayó al suelo de rodillas, mientras no dejaba de llorar sin control. Goku salió de su casa y se tiró al suelo a abrazar a su amiga y consolarla. Vegeta sólo observaba detenidamente mientras volvía a enfurecerse. Sus pensamientos habían girado en torno a la infidelidad, aunque no imaginaba la absurda idea de que Kakarotto y Bulma mantuvieran un romance. Pero entonces ¿Qué ocultaba? ¿Por qué demonios estaba tan rara últimamente? ¿Y los sueños?

-Mujer, me estoy empezando a cabrear de verdad. - Decía apartando a Goku de ella. - ¿Qué demonios me escondes?

-Vegeta, déjala. - Goku se puso en pie frente a él. - Ahora mismo no está para hablar, ¿No la estás viendo?

-Tú no te entrometas, gusano.

-Es mi amiga, Vegeta. Y quizás si no fueras tan imbécil – El príncipe le miró con ojos asesinos. - no tendría que venir a mi a contarme las cosas y deshogarse.

Esa confesión de su enemigo y amigo le estaba haciendo pensar, más aún, en la idea de una infidelidad. ¿Se lo habría contado a Kakarotto?, Vegeta tenía mucho mas interés en saber ahora la historia, ¿Por qué a Kakarotto si, y a él no? No sabía que lo estaba enfadando más, si el no saber lo que ocurría, pensar que se había acostado con otro, o el hecho de que Goku supiera algo que él desconocía.

-¿Te has acostado con otro, mujer? - Preguntó dejando a Goku con la boca abierta y a una Bulma sin saber que decir. - ¿Es eso lo que me ocultas?

-¿Qué estás diciendo, estúpido? - Bulma sentía la ira apoderarse de ella. Como en una situación así, por la que estaba sufriendo, podía hablarle y pensar en cuernos. - Eres un impresentable.

-Vi las fotos que escondias. - Dijo finalmente. - Y te he visto dormida muy perturbada, ¿Estás con alguien y encima sueñas con él?

-¿Pero te estás oyendo, Vegeta? - Había dejado de llorar, pero las lágrimas seguían amenazando con salir. - ¿Has espiado mi intimidad?

-Confiesa, mujer. - La cogió por los brazos y la zarandeo. - ¿Qué demonios me estás escondiendo?

-¡Vegeta! - Goku le dio un puñetazo a Vegeta haciendo que soltara a Bulma. - ¿Estás loco? Ni se te ocurra tocarla.

-No te metas. - Se avalanzó sobre él. - Esto es entre mi mujer y yo, payaso.

-No permitiré que le pongas la mano encima, Vegeta. - Goku esquivó el puñetazo que iba a propinarle el príncipe. - No es nada de lo que estás pensado, demonios, intenta relajarte.

-¡Cállate! - Seguía intentando atacar al Saiyan. - ¿Qué me estáis ocultando?

Bulma veía la pelea atónita, mientras arrodillada en el suelo no dejaba de llorar. Tenía las manos apretadas y la impotencia la estaba destrozando por dentro. Tenía que tomar una decisión si o si, o esos dos terminarían gravemente heridos. Vegeta no podía controlarse cuando estaba enfadado y Goku no quería evitar nunca una lucha. Algo frente a ella la hizo tomar la decisión y esperaba que fuese la correcta.

Vegeta y Goku estaban en SSJ2 peleando sin miramientos y sin contenerse en sus golpes.

-¡Vegeta! - Gritó intentando llamar su atención. - Te contaré todo.

El guerrero paró en seco y Goku hizo lo mismo, incluso volvió a la normalidad mientras miraba a ambos.

-Te lo contaré todo, pero por favor Vegeta, deja esta pelea absurda con Goku, él no tiene nada que ver. - Vegeta miró a Kakarotto y volvió a su estado normal. - Antes de hablar, déjame que cuente toda la historia.

-Os dejaré solos, Bulma. - Goku miró a su amiga y abrió la puerta, y antes de meterse en casa le dio un último aviso. - Si me necesitas, estaré dentro.

Goku desapareció dejándolos solos allí de pie, uno frente al otro.

-Te escucho, mujer.

-Vegeta... - Comenzó su confesión. - hace trece años perdí a una persona muy importante en mi vida. Se que nunca podrás entender lo que eso supone pero, perder a la familia es uno de los peores dolores que puedas llegar a imaginar. Mi tío murió, no pude hacer nada por evitarlo y aunque hayan pasado trece años, no puedo olvidarle ni cesár el dolor que siento en mi corazón.

Vegeta sólo la observaba sin saber que decir o hacer, optó por estar callado al ver cuando había metido la pata con sus falsas acusaciones.

-Sueño con él cada vez que se apróxima el aniversario de su muerte. Le siento en sueños, le veo, le abrazo, le beso y se que está ahí conmigo. Le echo muchísimo de menos y me gustaría poder volver a verle.

-¿Y esas fotos?

-Esas fotos son con él, es lo mas valioso que tengo y los únicos recuerdos físicos que aún conservo de mi vida junto a él.

-¿Por qué has callado eso, mujer? - Su pregunta inesperada descolocó a Bulma. - ¿Tan estúpido te parezco para creer que no entendería eso?

-Vegeta, tu no eres humano, no sabes lo que es...

-¿El amor? ¿La familia? ¿Esos sentimientos humanos? - La cogió de la cara. - Tienes razón, mujer.

-Sabia que no lo entenderías, Vegeta. - Una punzada de dolor se clavó en su corazón al darse cuenta de que sus peores pensamientos eran ciertos.

-Lo único que puedo entender es que por un momento sentí que habías sido de otro. - La pegó contra su cuerpo. - Y que eso me consumía por dentro.

-Vegeta...

-No entiendo de amor ni sentimientos terrícolas pero tampoco soy un muro de hierro, Bulma.

-¿Qué estás diciéndome? - Preguntó esperanzada por escuchar una respuesta que llevaba mucho tiempo deseando oír.

-Sabes de sobra lo que quiero decir. - Le acarició la cabeza. - Soy un príncipe guerrero, en mi corazón y vocabulario no existe sitio para el amor ni los sentimientos. Pero todos tenemos un dolor del pasado, eso puedo entenderlo.

Bulma rompió a llorar y descontrolada se ponía las manos en los ojos intentando taparse.

-Mujer, no llores más. Tu tío se fue, pero su espíritu siempre estará a tu lado, eso nadie podrá arrebatartelo. Los recuerdos y los sueños forman parte de ti. No importa el tiempo que pase, siempre permanecerá. Eres fuerte Bulma, más que la mayoría de terrícolas que habítan este debilucho planeta. Haz que tu tío se siga sintiendo así de orgulloso como hasta ahora, demostrando que haces honor a él, a sus sueños y a sus ideales. Vive y nunca olvides que formó y forma parte de tu vida. Debes aprender a vivir, con un dolor del pasado.

Fin.

Llegó el final de este fanfic, el que comencé en el 2009, espero que os haya gustado. Me ha llevado mucho tiempo terminarlo por que es muy muy doloroso escribir sobre mi tío, una persona que amo con toda mi alma y que me dejó hace trece años. Y que por mucho tiempo que pase no le olvido ni el dolor se reduce, es mas, sigue creciendo la pena y el dolor de que no esté conmigo. Escribir este fanfic ha sido en parte liberador, una parte de mi quiere creer que donde esté, lo leerá y sabrá todo lo que no pude decirle. Me cuesta mucho hablar de él sin ponerme a llorar, al igual que escribir este fanfic me ha costado muchísimo por que no he podido evitar en cada capítulo y sentir un nudo en la garganta con el.

Muchísimas gracias por cada uno de vustros comentarios, apoyos y ánimos para continuar. Gracias a todas las personas que me leen en cada uno de mis relatos, y gracias a todos los que me apoyan incondicionalmente y me siguen.

Un abrazo, Princessa.

"Donde quiera que estés te quiero muchísimo, tío, nunca podré olvidarte, te echo muchísimo de menos."