Sometida al Placer +18 Capitulo 8

Capitulo 8


5 de Enero de 1997

Estoy sentada en mi cama jugando con Penny. Pronto estrará Jake en mi habitación y bajaremos corriendo a abrir los regalos bajo el árbol de navidad. Mamá me ha prometido que me va a recompensar por ser buena.
El mejor regalo fue Jake, le quiero mucho, es como mi hermanito de verdad. Siempre me cuida, me protege y quiero contarle lo que papá me hace cuando ellos no están.

Me levanto de la cama cuando escucho un ruido y sonrío, mientras veo la puerta abrirse. Pero no es Jake, y mis ojos se humedecen. Sé que papá no viene a llevarme a ver los regalos, conozco su mirada. Siempre viene así cuando quiere tocarme y hacerme daño. Tengo ganas de llorar, no quiero que me duela... Jake... Pienso en él asustada. Si él estuviera aquí no me dejaría.

Con un dedo en la boca me indica que me calle y me manda a la cama. Sé lo que ahora viene... Le sujeto la mano por que no quiero que lo haga. Pero me toca y cada vez me quita mas ropa y me duele... me hace daño"ahí"...


Sin poderlo evitar grito el nombre de Jake, pero papá me pega fuerte en la cara y me pone la cara en la almohada y apenas puedo respirar, me duele lo que me hace, quiero moverme y no puedo, me ahogo...Jake...

********

No puedo evadir mas la situación y decido ir a contarle a Alicia lo sucedido. Soy consciente del lío en el que me puedo ver metida si Andy decide mostrar esos vídeos o esas fotografías que nos hicimos hace tiempo, cuando éramos novios. Nunca mantuve una relación sexual con él, jamás pude mantener sexo plenamente, con su penetración. Sin embargo si habíamos experimentado el cuerpo del otro y, en algunas ocasiones, habíamos dejado constancia de ello sin que yo lo supiese.

Andy era un chico perverso, acostumbrado a conseguir todo cuando se le apetecía. No había chica que no quisiera ser su conquista, aunque sólo fuese de una noche. Es por eso que conmigo le supuso un reto que poco a poco le fue obsesionando.

Mis traumas nunca me dejaban disfrutar de las relaciones o rolletes, que yo tenía en el instituto. Siempre me asustaba a la hora de la verdad y quizás por eso mi manera de afrontar el sexo fue así, convirtiéndome en una guarra a los ojos de muchos de mis compañeros. Mi vocabulario soez, abierto y atrayente, no era mas que una fachada de mis propios problemas para mantener una relación sexual. Calentar a los chicos se convertía en algo apetecible mientras yo sentía que llevaba el control. Cuando todo esto se me iba de las manos y me intentaban forzar a algo que no podía hacer, era cuando el problema mostraba la cara.

A Andy le excitaba la idea de grabarlo todo cuanto hacíamos, decía que así al verlo podría quitarme los miedos. Hasta que no me di cuenta de lo insignificante que yo era para él, no me percaté de que no sabía una mierda de lo que hablaba, y que sólo quería aumentar su colección de grabaciones eróticas. Una vez me amenazó con ellas y la posibilidad de que cayeran en las manos que menos me gustarían. Por esa razón cuando corté con él no le denuncié por intento de violación.

Durante toda mi vida he vivido sometida al miedo de mantener una relación sexual. Ocasionándome pesadillas horribles que me aterraban, provocándome depresiones incluso siendo una niña... Durante todo este tiempo el único que ha permanecido a mi lado ha sido Jake.

Cuando llego al despacho de Alicia y le cuento lo sucedido, no da crédito a mis palabras. Tras entrar en pánico cuando me dice que va a llamar a Andy y por las confesiones íntimas que le explico comprende que lo que digo es verdad. Incluso le cuento el ataque de ayer y lo que tuve que hacer para escapar de Andy.

Nerviosa y como si se escapara el control de sus manos, la veo resoplar andando de un lado para otro en la habitación.

  • - Debes denunciar. - Me dice finalmente. - Yo no puedo hacer nada si no hay demostraciones de por medio. Puedo solicitar un cambio pero eso repercutiría en un abuso de autoridad al no haber razones de peso.
  • - No puedo hacerlo.
  • - Por lo que me has contado tienes cartas con amenazas, has sufrido acoso telefónico, además te chantajea y en cualquier momento te intenta atacar.

No sabía que pensar. Alicia era la típica directora que ponía a sus súbditos firmes. A veces era conocida como la sargento sólo por como era temida en más de una ocasión. Verla así de entregada dispuesta a ayudarme me hizo pensar que debía de ver muy mal mi situación.

Si bien era cierto que no podía hacer nada, yo lo podía entender. Pero al menos debía saber que si en algún momento incumplía mis obligaciones, esta era la razón.

  • - Alma... - Me llama sacándome de mis pensamientos. - Debes denunciarle... Sólo lo puedes hacer tú.
  • - ¿No puede hacer usted nada?
  • - Yo sólo puedo poner una falta como que ayer surgió un problema entre vosotros dos, no hay pruebas de nada más, y acaba de llegar. No es fácil mi posición por mucho que sea la directora.

Comprendía su postura y no podía exigir nada más. Todo dependía de que yo denunciase su abuso y solicitara una orden por el acoso que recibía. Aún así, debía agradecer a Alicia, que pese a la imagen de zorra recia y estirada que tenía, era una gran mujer que me estaba dando una lección. No debí dejarme llevar por las apariencias con ella. Por instinto, sintiendo la necesidad de una madre en este momento, me abracé a ella y rompí a llorar.

Entendía mi situación, o al menos eso parecía; pues no dijo nada ni rechazó mi contacto, simplemente se dedicó a darme cariño y el abrazo que necesita. El calor de una madre que hace tiempo está lejos de mi.

Pensé en ella... Cuando nos adoptó a todos nos trataba como hijos de verdad, es por eso que yo siempre la consideré tal. Nunca conocí a mi madre biológica y Alyssa fue una madre de pies a cabeza para mi y los demás. Todo lo vivido con ese monstruo la sumió en una depresión de caballo que hoy día aún arrastra, es por eso que los vídeos eróticos, en los que, en cierto modo, estoy sometida por Andy, supondría para ella un fuerte revés. No podía hacerle eso a mi madre. Bastante mal estuvo cuando se enteró de todo y descubrió la clase de hombre con la que estaba compartiendo su vida.

Para ella siempre fueron antes sus hijos, nunca le importó que no fuésemos de sangre, ella nos quería igual. Su culpabilidad al no ver los abusos a los que yo estaba sometida, la llevaron en más de una ocasión a intentar quitarse la vida. Desde entonces está con medicación y constantes revisiones médicas al psiquiatra.

Aparte los recuerdos dolorosos de mi cabeza cuando, Alicia, me tendió un pañuelo para secarme las lágrimas. Me agarraba la mano con fuerza, mostrándome todo el apoyo que una madre puede dar, y volví agradecer mentalmente el contar con ella.

  • - Nunca pensé que usted pudiera ser así . - Intenté sonreír quitándole importancia. - Muchas gracias, de verdad.
  • - Alma, soy la directora y debo mantener un estatus firme y recto como líder del Hospital. - Vi su cara relajarse y mostrar una leve sonrisa. - Pero soy una persona humana, médico, lo que implica que quiero ayudar a las personas y no herirlas. Debo ser así con todos, mostrar disciplina para haceros mejores personas y mejores sanitarios.

Cuando escuché sus palabras entendí que había sido una imbécil con ella. Era lógico y normal que actuara así. Mi interior dejaba paso a la parte adulta de mi ser, la coherente, para dejar de pensar como una cría de instituto que creía que todo lo que hacía un adulto, era para joderme la vida. "La experiencia recibida..." pensé tristemente.

Hice caso a Alicia, y me puse a trabajar de nuevo sin darle más importancia a ese desgraciado de Andy. Contaba con el apoyo de la directora, y aparte tendría su supervisión hasta que llegara Dom, el nuevo enfermero. Lo cual ocurriría pronto.

Bajo las miradas lascivas y de odio de Andy, transcurría la mañana. Intentaba no quedarme a solas con él lo mas mínimo. Su sóla presencia cerca de mi despertaba una repulsión y un terror que hacía tiempo no experimentaba."Con él.." Cierto es. Los recuerdos de mi padre adoptivo se clavaban como agujas en mi memoria. ¿Llegará algún día donde sus recuerdos dejen de atormentarme? ¿Llegará algún día donde pueda experimentar mi sexualidad realmente, sin malos recuerdos?

Se puede decir que sigo siendo virgen, ya que nunca he experimentado el sexo con esa plenitud. Pero siempre que intento dejarme llevar con algún chico, la imagen de mi padre se cuela para torturarme y hacerme daño, y no puedo continuar.

A veces me gustaría ser como Jake, follar sin miedos ni temores a lo que pueda pasar. Sería mas feliz sin estos sentimientos que me torturan cada maldito día desde que tengo 7 años. ¿Cómo se supera? ¿Cómo puedes hacer algo así a una niña con tan solo 7 años? Tengo tantos miedos, tantos temores... no sólo al sexo. Si no a la familia, a una relación, a la posibilidad de tener hijos... Debo cambiar estos pensamientos por que me arrastran a una parte de mi en la que no quiero profundizar.

Saco mi móvil del bolsillo cuando tengo al fin un descanso en la comida. Busco en la agenda y cuando veo su número, dudando, pulso la tecla de llamada.

  • - ¿Dígame? - Escucho al segundo tono.
  • - Dr. Amerson, soy Alma Labtec. - Digo nerviosa. - Necesito ayuda, por favor.

Comentarios

  1. Por lo demás el mejor escrito. Alguna tilde aquí y allá, pero muchas menos que en otras ocasiones, vas mejorando y se nota.

    .................

    La historia bien, marcha en la dirección que creía. Esta parte poca chicha, ¿eh? Y ya sabes de qué "chicha" hablo xDDDDDDD
    Jake es el hermanastro, como yo creía.

    Ahora sólo me resta saber qué tiene que ver el doctorcito, si está compinchado con él recentando esas pastillas o si, inclusive, esas pastillas son de uso "personal" suyo para usarlas con ese tipo de pacientes femeninas...

    A ver cómo lo continúas.

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