[True Blood] Desatada +18 Eric y Sookie, Capítulo 2 final.

Bueno, como no tengo muchos relatos recientes por que no he escrito ultimamente, al menos iré poniéndo los antiguos para poder ir actualizando el blog y no dejarlo abandonado. Hace mucho tiempo que escribir este fanfic, puse aquí sólo el primer capítulo y el segundo, y final, no. Así que aquí está, junto al link del primero. Eso si, como digo es antiguo, así que faltas de ortografía tiene que tener xD.
Capítulo 1- http://gotasdelluvia90.blogspot.com.es/2013/07/fanfic-true-blood-desatada-18-eric-y.html


Desatada
Capitulo 2 Muérdeme



-No te acerques ami. -Dijo Sookie con la voz entrecortada.
-No te veo muy confiada en lo que dices. -Dijo apretándola mas contra él. -¿Seguro que quieres que te suelte?
-No se a que estás jugando Eric, pero no tiene ninguna gracia.
-No voy a jugar a nada que tu no quieras.
-Soy de Bill. -Dijo muy segura.
-No es por nada encanto, pero acaba de llamarte y de decirte que ya no eres de él, por lo tanto si me apetece puedo hacerte mía y alimentarme de ti en este momento.

Un escalofrío corrió el cuerpo de Sookie, se había separado de él sin embargo no dejaba de sentir esa sensación de nerviosismo. Por muy extraño que sonase deseaba acostarse con él en ese momento, pero había un problema, era Eric. Ese ser despreciable que ella no podía ni soportar, y que pese a su odio sentía una atracción que no podía negar. Quizás fuese por la sangre que le obligó a probar cuando le mintió, con la excusa de que su vida dependía de ella. Pero fuera como fuese la cuestión es que no estaba segura de poder resistirse a los encantos del rubio vikingo.

Eric no dejaba de mirarla, sentía deseos de hacerla suya allí mismo, pero tampoco quería hacer nada que ella no quisiese. Aunque sabía que ella deseaba tanto como él estar el uno en contacto con el otro. Sonrío de una manera que casi atemorizó a Sookie, sus pensamientos dieron la vuelta completamente.

"Veremos si se resiste de verdad y no quiere nada, si es así la dejaré en paz, aunque me divertiré desvelando sus verdaderas intenciones."

-Sookie...-Dijo en su oído suavemente mientras se pegaba de nuevo a ella.
-¿Qué? -Su voz sonaba bastante nerviosa.
-¿De verdad no quieres nada conmigo? -Su boca empezaba a rozar su oído mientras sus manos se posaban sobre su cintura, acariciando lentamente su barriga.
-N...o...-Respondió cerrando los ojos.
-Vamos a comprobar si eso es cierto.

La cogió rápidamente en brazos y la depositó en la cama, se puso encima y simplemente la miró de arriba a bajo, después fijó su mirada con la de Sookie.

Sonrío al comprobar que ella estaba bastante excitada, aunque no iba a reconocerlo, por supuesto.

-Dime, Sookie...¿Te crees tus palabras?
-No se a que te refieres.
-Me refiero a que si enserio piensas que no quieres nada conmigo.

-Por supuesto, en mas de una ocasión te he recordado que sólo me produces una sensación de asco y odio.
-Oh Sookie, del amor al odio hay un paso, ¿no crees?
-Entre tu y yo no hay un paso, hay un mundo de diferencia.
-Voy a ver si es verdad.

Se acercó a su boca y los labios de Sookie se quedaron inmóviles al percibir esa boca cerca. Sentía el aliento del vikingo en su boca y por desgracia para ella se notaba que estaba excitada.

El hecho de que su camiseta dejara ver como se endurecían sus pezones hizo sonreír a Eric.

-Vaya... ¿Tienes frío? - dijo sarcásticamente. -Con esta calor...

Sookie sólo se dedicaba a estar callada y con cara sería y asustada. La lengua de Eric rozaba los labios de Sookie.

-Suéltame, no quiero nada contigo.

Pero el vampiro la tenía prisionera en sus brazos y debajo de él. Agarraba ambas manos de la camarera con las suyas, y por mucho que forcejeara no iba a poder soltarse. Eric comenzó a lamer su cuello, y aquí la chica rubia pensó lo peor...

-Déjame, no quiero que me muerdas, tu no.
-Tranquila Sookie, no haré nada que tu no quieras, me lo pedirás tu.
-sí, claro... estoy loca pero tanto como para eso, no gracias.

El vikingo se sentó encima de ella de manera que su apreciable miembro estuviera en contacto con ella, de esta manera ella podía sentir la excitación que él tenía. Lo que provocó que Sookie soltara un suspiro, pero aún así seguía poniendo resistencia, pidiendo que la soltara entra varios insultos.

Soltó una de sus manos y arranco la camiseta dejando a la rubia con el sujetador, lo que provocó que Sookie con la mano que quedaba libre le diera un tortazo que no hizo mas que hacerle gracia a Eric.

-No me extraña que Bill se encaprichara contigo, debo admitir que tu rebeldía me gusta bastante.

La beso pese a que ella ponía o intentaba poner resistencia y bajó su boca hasta su pecho rozando con su lengua por encima del sujetador, haciendo que Sookie empezara a ponerse mas nerviosa de lo que estaba ya.

Bajó su mano hasta su muslo y la deslizó por debajo de la minifalda que llevaba, notando la calidez de su cuerpo mientras la miraba a los ojos sonriendo. Sin quitar ninguna prenda mas introdujo su mano en las braguitas de Sookie y ella le lanzó una mirada de sorpresa, por que no esperaba que llegase hasta ahí con ese juego que había empezado. Los reproches por partes de la rubia no se hicieron esperar y Eric haciendo oídos sordos comenzó a acariciarle sus partes intimas, así pudo notar de otra manera mas que a pesar de la resistencia que intentaba mostrar estaba completamente húmeda, y que por mucho que se negara quería tenerlo dentro, aunque no negaba que la rubia era bastante orgullosa con él y no se iba a rendir tan fácilmente.

-Oh mira esto, si estás empapada.
-Suéltame miserable.
-¿Seguro que quieres que te suelte?
-Pues claro.
-Oh... está bien lo haré.

Le soltó la mano que le estaba agarrando y arrancó el sujetador, dejando la parte de arriba completamente desnuda. Antes de esperar la reacción de Sookie su boca se fue directa a uno de sus pechos, mientras con la otra mano la masturbaba. Sookie no sabía muy bien que decirle, por que no quería que la dejase así. Eric se dio cuenta de que se le escapó un suspiro y sus caricias se tornaron en una pequeña tortura, desesperandola e intentado llevarla al límite para que admitiera su derrota ante él. Para sorpresa de él aún seguía resistiéndose, por lo que planeó otra cosa.

Levantó la falda y estiró de las braguitas bruscamente, quitandoselas por completo y dejando al descubierto su intimidad, lo acarició mirándola mientras ella le recriminaba que era un bestia, un animal y un desgraciado, repitiendo que quitara sus sucias manos de ella. Antes de darse cuenta y terminar sus insultos notó como la boca de Eric estaba rozando sus partes intimas, lo que la hizo perder el control y muy a su pesar se dio por vencida.

-Eric...
-¿Si, Sookie... tienes algo que decirme?
-Sigue.
-Yo no recibo ordenes de una humana.
-¿Qué? - Le preguntó completamente sorprendida. -¿Me estás diciendo que me has puesto así para dejarme sin nada?
-Si me haces cambiar de idea con algo, igual puedo seguir. - Su sonrisa se estaba tornando a burla.
-Te odio cuando te pones así, tu forma de ser es uno de los motivos por el que... ah...
-¿Perdona, como dices? - Mientras Sookie le soltaba esas palabras el rubio se dedicaba introducir dos dedos en el interior de ella.
-Que sigas...
-Hazme cambiar de idea, por que creo que te estabas resistiendo ¿no?

Eric dejó de hacer algún tipo de fuerza encima de Sookie y notó como ella se revolvió hasta dar la vuelta y ponerse encima. Lo miraba a los ojos fijamente muy seria. Deslizaba las manos por debajo de la camiseta y terminó por quitársela, y sin apartar la vista de sus ojos deslizaba su lengua por su pecho, besándolo mientras bajaba hacía abajo. Notó la excitación del vampiro al ver como su cara cambiaba completamente mostrando sorpresa y sus colmillos estaban a la vista. Recordó una ocasión en la que Jessica explicaba que cuando estaba excitada se le salían los colmillos y le causó gracia ver a Eric ahora bajo su mando.

-¿Qué te pasa? ¿Esto te hace cambiar de idea?
-Sigue probando igual lo consigues, humana.

Con ayuda de sus dientes y sus manos desabrochaba el cinturón que impedía que los pantalones estuviesen con soltura, mientras miraba al vikingo para observar cualquier reacción. Una vez quitado el cinturón volvió a besar su pecho y lamiendo hasta subir en esta ocasión hacía arriba, para pegar su boca a la de él y sacar su lengua y juguetear con sus labios. Eric la miraba asombrado, esperaba que ella quisiese jugar, pero no de esa manera. El caso era que le estaba gustando y este juego de seducción estaba a punto de estallar.

La mano de Sookie estaba desabrochado bruscamente los pantalones y metiendo la mano debajo de ellos, acariciando por encima de la ropa interior el paquete de Eric.

El sonrió, y esperaba a ver que mas hacía, cuando la camarera se retiró.

-Si quieres mas tendrás que ganártelo, Eric.
-Me vas a dejar así ¿no?

Una leve sonrisa se vio en la cara de Sookie. Eric estaba disfrutando, así que prefirió seguirle el juego esta vez. Se quitó por completo la ropa, quedando desnudo, se acercó a ella y se puso encima, abrió las piernas de la camarera mientras la miraba a los ojos y se posicionó encima, poniendo su boca cerca de la de ella, la penetró suavemente, la rubia estaba sorprendida, nunca pensó que fuese a tener delicadeza con ella. Ambos soltaron un gemido al estar en completo contacto. Las embestidas cada vez eran mas constantes y mas seguidas, la excitación aumentaba y el placer los estaba llevando al mismo éxtasis. Completamente desatada le pidió en un leve gemido y con la respiración entrecortada algo que Eric estaba esperando desde hacía tiempo.

"Muérdeme, por favor, hazlo."

Sonriendo y mas excitado por la petición, clavo sus colmillos en la fina piel que era el muro de su alimento, lamiendo y bebiendo su sangre como un manjar seguía haciéndola suya y pese a que se negaba a admitir lo que verdaderamente era aquello, muy en el fondo sabía que sentía amor por esa humana rubia.

Sookie no se reprimió mas y estuvieron varias horas disfrutando de aquella experiencia, llevando las riendas ella y llevándolas él, no se cortaron a la hora de poner en practica varias posturas.

Al amanecer se despertó, se había quedado dormida y no sabía cuantas horas habían pasado de aquello. Eric ya no estaba como era de esperar, miró bajo las sábanas y se vio desnuda. Esta vez no había sido un sueño, y lo peor de todo es que le había gustado. Se miró el cuello, y se vio las marcas de los colmillos, por lo que le había dado su sangre, y por su voluntad.

"Maldito Vampiro, como he podido entregarme a ti y dejar que me mordieras..."
Sonó el timbre, y volvió a la realidad. Se levantó de la cama y se puso algo de ropa encima. Abrió la puerta y era Alcide.

-Me figuré que estarías sola, siento haberte despertado.
-Oh, no te preocupes, estaba despierta ya.

Movió la cabeza hacía un lado y Alcide se percató del mordisco.

-¿Ha pasado algo malo con Eric? - Preguntó preocupado por si la había mordido contra su voluntad.
-No, con él no.
-¿Entonces? - Insistió.
-Bill me llamó, se había acostado con Lorena, su creadora y me dijo que no quería volver a verme que no era suya y que soy libre.
-Vaya... entiendo. -Alcide pensó en la idea de haberse entregado a Eric por despecho.
-No, Nada de eso. Pero si no soy de Bill soy libre. - Le respondió al leerle la mente mientras iba ha la cocina a preparar algo.
-Perdona Sookie, no quería...
-No te preocupes, no pasa nada. Dijo sonriendo.

"Tengo muchas cosas que pensar, pero estoy segura que lo de hoy se volverá a repetir, ¿No es así Eric?"

Fin.

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