Sometida al Placer +18 Capítulo 10
Capítulo 10
Las miradas de Jake y Trish estaban clavadas en mi cara con aparente intriga. Después de lo que me había contado, ¿qué esperaba? ¿Una alfombra roja en mi vida? Me había avisado de algo, mas no iba a dejarme caer, otra vez, en sus mentiras de niña caprichosa.
Sabía de sobra el odio que sentía por mí por haber denunciado a su padre, y haber terminado con su reputación como profesor. Pero para empezar, su padre era un puto enfermo sexual que abusaba de los niños... si tenía que recriminar algo a alguien, era a él. Nada me aseguraba que sus intenciones conmigo eran buenas, seguro que sacaba algo de todo esto.
Era la 4º copa que me servía de ron, empezaba a sentir el alcohol calentarme por dentro y mi lengua, en este estado, es muy difícil de controlar.
- - ¿Por qué debo creerte, Trish? - Me llevaba el vaso a la boca. - ¿Por qué ibas a avisarme de que tu padre estaba en la ciudad?
- - Sé que quiere verte, Alma. - ¿En serio?, lo que me faltaba por oír. - Llevo años buscándole. Hasta contraté un detective privado para dar con él.
- - ¿Cómo puedes seguir queriéndole? ¡Después de lo que nos hizo!
- - Él no es malo. Es mi padre.
- - Me jodió la puta vida, y lo sabes; lo sabes muy bien porque mientras él me violaba cada noche tu dormías en la habitación de al lado y sentías celos de su cariño hacía mí.
- - Es mi padre, Alma, cuidado con lo que dices.
- - A tí no te tocaba, pero a mí me destrozó de todas las maneras posibles siendo una puta cría.
- - Nunca escuchamos su explicación...
- -¿Explicación? ¿Qué explicación? ¿Que disfrutaba abusando de menores? Te explicaré yo algo a tí.
- - Alma, cálmate. - Jake me quitó el vaso. - Creo que estás bebiendo demasiado.
- - ¿Demasiado? Hablando de ese término. ¿Por qué no cuentas, otra vez, lo que presenciaste cuando tu tenías 12 años y yo 7? Cuéntaselo.
- - Lo sabe, Al... claro que lo sabe.
- - Desde entonces te has dedicado a amargarme la vida, Trish; como si el hijo de puta de tu padre no me la hubiera jodido lo suficiente.
Me doy la vuelta y voy al mueble del fondo del salón, donde guardamos los papeles y facturas. Saco una carpeta. Me voy al mueble de los medicamentos y cojo varias cajas de barbitúricos. Vuelvo a la mesa dónde está Trish con Jake y se lo tiro todo de mala gana.
- - ¿Crees que exageraba? Lee los putos informes. Lee la mierda que he tenido que pasar por lo que me hizo tu padre. El trauma, las pesadillas, las pastillas... Míralo, joder.
- - Alma, por favor, estás muy nerviosa. -Jake estaba al borde de la histeria, y Trish se mordía la lengua deseando saltar por todo lo que decía de su padre. Pero en el fondo sabía que yo llevaba razón.
- - Han pasado 18 años y aún sigo con esta mierda para poder dormir.
La presencia de Trish me perturbaba, hacía florecer más recuerdos y traumas de los que me gustaría. Pero en cierto modo me interesaba lo que me estaba contando. Si Fred estaba en la ciudad y quería verme, encontrármelo podría ser devastador para mí. Pero por otro lado, no entendía que ella me avisara... ¿por qué? Lo que ella quería era verle, llevaba años buscándolo y él desapareció cuando la prensa se cebó con él por el escándalo de los abusos hacía mí. Era profesor, y cuando salió a la luz que abusaba de su hija adoptiva muchas chicas se subieron al carro. Si era verdad o no lo desconozco, pero la posibilidad de que fueran esos otros casos ciertos, con lo que yo sufrí, era considerablemente alta. Era un monstruo.
Seguía anonanada por la charla con ella, su presencia, la reacción de Jake, como si no tuviera tanta importancia. ¿Me escondían algo? Estaba segura que había algo más, de no ser así no entiendo el comportamiento de mi hermano.
- - ¿Algo más? - Los dos se miraron, confirmándome con esa acción de que efectivamente, escondían algo. - No soy estúpida, sé que hay algo más. Suéltalo Trish.
- - Andy se lleva muy bien con mi padre.
- - El demonio los cría y ellos se juntan. ¿Y? - Solté con ironía, modificando la frase para que viniera al caso.
- - Tuve que decirle donde vivías para obtener información sobre él.
- - Me has vuelto a mentir, Trish. ¿Por qué debo creerte ahora? Hace un rato me has dicho que no sabías nada de la aparición de Andy.
- - ¿Si te hubiera dicho que fuí yo, me hubieras dejado hablar? - Se cruzó de brazos mirando al suelo.
- - No. Pero tampoco veo por qué he de creerte ahora. En verdad no sé cuándo creerte, ni si debo hacerlo. Todo esto me supera Trish; no quiero saber nada de tí, ni de Andy, y mucho menos de tu padre.
- - Me lo debes, Alma. - Sus ojos retenían ira.
- - ¡Trish! ¡No te atrevas a decir eso! - Al fin Jake salía en mi defensa. - Alma no te debe nada, demasiado ha soportado.
- - Veo que sigues de su parte, como siempre. Pensaba que aún quedaba algo...
- - Éramos hermanastros, Trish. Tú eras la única línea de sangre de Fred.
- - No me refería precisamente a eso.
Hice un gesto de asco y me di la vuelta, intentando no mirar. Era la misma Trish de siempre, con sus repugnantes acciones... "un medio para conseguir un fin" decía ella.
No podía aguantarlo más, así que la cogí del brazo y, pese a los reproches y amenazas de ésta, y las peticiones de Jake de que me calmara, la eché a la calle sin miramientos. Lo último que escuché fue como me decía: "esto no se quedará así, Alma". Ya te digo yo que no se quedaría así, porque ahora mismo iría a poner una denuncia a ambos y a pedir una orden de alejamiento para mi padrastro, el cual tendría algún tipo de interés en verme, aunque no me imaginaba por qué. La palabra "venganza" resonaba en mi cabeza.
Envalentonada por lo que había bebido, por la situación con Trish y por todo lo que me había contado, cogí mi bolsó con intención de irme a hacer lo que había decidido; pero las manos de Jake me detuvieron, estrechándome contra sus brazos e impidiendo que me moviera.
- - Suéltame, Jake.
- - ¿Dónde crees que vas así?
- - Les voy a denunciar a todos, ¡estoy harta!
- - ¿Borracha? ¿Quieres que te echen de allí y no te hagan el más mínimo caso? ¿Eso es lo que quieres?
- - ¡No puedo más! - Grité intentando soltarme de su agarre, dando golpes en su pecho.
- - Cálmate cariño, cálmate... shhh. – me repetía mientras me acariciaba el pelo, igual que cuando era una niña. - Ven, vamos a la cama, me acostaré contigo un rato.
Muchos sentimientos me estaban destruyendo ahora mismo por dentro. Muchos de los cuales habían resurgido por la visita de Trish. No sé el tiempo que pasé en los brazos de Jake, pero poco a poco sentía mi cuerpo menos pesado; lentamente fuí entregándome al sueño que sus brazos me prometían.
Abro los ojos y veo a papá ahí, junto a la cama. Cuando ve que empiezo a incorporárme en la cama se acerca más a mí. Se sienta en mis pies y me toca la pierna por encima de las mantas. Comienza a subir la mano, mientras yo siento miedo por lo que pueda hacerme. Poco a poco su mano se detiene en mi cara y desciende nuevamente, esta vez por dentro de mi pijama de mariposas rosas. Siento ganas de llorar, de llamar a mamá, a Jake, de pedirle que se esté quieto y no me haga daño. Pero no puedo moverme, tengo mucho miedo. Agarro mi sábana porque no quiero que la quite. Él se pone de pie con cara de enfadado y se quita el pantalón. Cierro los ojos pues no quiero mirar las cosas de mayores que él me enseña siempre; me da asco, me duele. Me quita la ropa, mientras yo lloro y me lamo mis lágrimas que llegan hasta mis labios. "Mamá... ¿dónde estás?"
- - Alma, tranquila. - Escucho mi nombre en la lejanía del sueño. - Ya está, ya pasó cariño. Despierta Alma.
- - ¿Qué...? - Estoy desorientada. - Jake... Otra vez él.
- - Lo sé. Conozco esa cara. No puedes estar sin esas malditas pastillas, ¿eh?
- - Es imposible, sin ellas la posibilidad de las pesadillas es muy alta... - Me sequé las lágrimas mientras me sentaba en la cama y le abrazaba. - Hablando de eso. Debo contarte algo.
- - ¿Y ahora qué?
- - No se si te conté que tenía sueños eróticos con un chico.
- - ¡Es verdad! Me comentaste algo el día de la orgía, pero no llegaste a entrar en detalles.
- - Oh.. La orgía... de verdad, eres incorregible.
- - Bueno, no empezemos otra vez. Cuéntame esos sueños eróticos.
- - Llevo semanas soñando como un desconocido me folla en sueños.
- - No me jodas... Y luego dices que son pesadillas.
- - Sólo sueño con él cuando tomo las pastillas. O al menos la mayoría de veces es así. Pero hoy he visto una foto de ese chico...
- - ¿Cómo que una foto? ¿No dijiste que era un desconocido? ¿Acaso le conoces?
- - No que yo sepa. Pero estuve en la consulta del Dr. Amerson y tenía fotos de él.
- - ¿Y por qué iba a tener él...?
- - Es su hijo.
- - ¡¿Qué?!
- - Yo estoy flipando. - Confieso levantándome de la cama. - Quizás le vi en alguna ocasión, no lo sé... Pero no me suena de nada.
- - ¿Y qué pasaba en esos sueños? - Me pregunta con un tono de sorna.
- - De todo. - Sonrío mientras siento como me humedezco al recordar su lengua en mis partes íntimas.
El sonido de Shooting The Moon, de Mona, nos sacó de nuestra conversación. El móvil de Jake empezo a sonar y era imposible ignorarlo. Nunca podía dejar escapar una llamada; muy ocupado tenía que estar para no hacerlo. Lo cual me recordó que cuando le llamé antes para contarle lo de la consulta del psicólogo, el no contestó y al venir a casa comprendí el por qué.
- - Tengo que irme, Alma. Es del trabajo.
- - Vale, no te preocupes. Yo iré a darme un baño y me pondré a leer o a jugar a la consola un rato. Me tomaré hoy viernes el día libre.
- - Eso es genial, te lo mereces.
Me dió un beso en la frente y se fue, dejándome algo más tranquila. Me quité la ropa y me fuí al baño: preparé el agua y, echando varias sales, formando una espuma indecente, me metí en ella. Necesitaba relajarme y que mi mente tuviera la posibilidad de liberar estrés de la manera más placentera que sabía.
Me metí despacio, sintiendo el agua caliente acariciar mi piel, y me senté, cubriendo mi cuerpo por completo de agua y espuma. Empecé a masajearme despacio con la esponja, que había cogido antes de meterme, cerrando los ojos; dejándome llevar por la sensación de tranquilidad.
Llegué a la parte interna de mis muslos y solté la esponja para dar libertad a mi mano. Me acaricio el vientre, sintiendo la humedad del agua, y reacciono pensando en lo que haré. La excitación crece cuando me acaricio el sexo y mi otra mano se va a uno de mis pechos, que tiene el pezón duro. Me paso un dedo por mi intimidad, rozando mi cúmulo de nervios y lo llevo hasta mi entrada, la cual noto húmeda y no precisamente por el agua. Me muerdo el labio inferior, con la cabeza echada hacia atrás en la bañera, abierta de piernas mientras me toco con suavidad. Introduzco dos dedos en mi interior y los saco para volver a rozarme, saliendo y entrando de mí misma. Cojo el grifo de la ducha y le cambio la presión del agua, dispuesta a darme el masaje que se supone que debe hacer.
Lo acerco hasta mi sexo y lo pongo apuntando directamente sobre mi clítoris, mientras mis dedos vuelven a entrar y salir, dos... tres..., en un movimiento de entra y sale que me está llevando poco a poco al orgasmo... hasta que me dejo ir, corriéndome, dejándome exahusta con la boca abierta y respirando con dificultad entre pequeños gemidos.
Pues poco puedo opinar. Es un poco más de lo miso pero avanzando. Confirmando lo que ya estaba más que intuido, añadiendo a Trish a la fórmula (por cierto, con los millares de nombres que habrá eres un poco rebuscada a veces eligiéndolos xD). Ahora mismo tiene otra enemiga que se suma a los tres que ya sabíamos (Padrastro-ExNovio-ExCasiNovio). A esa terna se le suma una: exhermanastra hija de papá enamoraducha del hermanastro. Buena mezcla xD
ResponderEliminarSobre el final yo me habría extendido un poco más en la escena de la ducha, pero quizás es porque me excita y fascina sobremanera, a partes iguales, la autosatisfacción femenina. Sois tan... sensuales. Nosotros para autosatisfacernos ya sabes, a hacer el mono tocando la zambomba. Efectividad pura y dura xD
Pd: Jake cada día me cae peor. Tú dirás que no pero sigo sospechando que es él el que se la tira y que ella, en la bruma del sueño provocado por las pastillas, sustituye en su mente el cuerpo de su hermano, negando la posibilidad de que la única persona en quien confía sea capaz de eso, utilizando la imagen que vio en alguna sesión de refilón. Esta posibilidad me cala más que sea un desconocido con el que simplemente sueña.
Pd2: y me reafirmo a sabiendas de que ya se ha follado a una hermanastra.
Jake es.... Jake, su amigo intimo que siempre está ahí y que la ve como una hermana y amiga que no quiere dejar. Posiblemente se vea mas de su relación en los siguientes capítulos.
ResponderEliminarBueno, Alma es una chica atormentada por su pasado, con una lengua muy larga y sin embargo después no es capaz de dar pie. Pero en los próximos capítulos puedo creer que eso cambiará y empezaremos a ver el tipo de género del que va el relato :)
Gracias por opinar como siempre, me alegra que te guste y que estés ahí. Voy a subir el siguiente capítulo ya!