¿Quién eres tú? +18
¿Quién
eres tú?
Te miro, te vas acercando a mi y mi
respiración empieza acelerarse. No te conozco, no se quien eres pero
tu mirada me perturba. Poco a poco el espacio entre nosotros se hace
mas estrecho y siento la necesidad de huir, pero no lo hago. Mi pecho
se eleva cada vez más rápido, la boca se me abre sin darme cuenta y
veo en tus labios una sonrisa de orgullo. Egocéntrico, engreído y
arrogante, me estás poniendo nerviosa y lo sabes.
Tu mano agarra mi muñeca y tiras de
mi, choco con tu pecho y miro hacía arriba sin mover la cabeza. Me
presionas contra ti y no puedo moverme. Siento el calor emerger de mi
interior, mis piernas tiemblan, sin poder hacer nada mas y sólo
pienso en que me estás haciendo. Tus ojos oscuros ven a través de
mi, y me pierdo en esa solitaria mirada cargada de malas intenciones.
Subes tu mano por debajo de mi falda y
soy incapaz de negarme a sentirte.
¿Quién eres? Alto, guapo, atractivo,
misterioso, implacable vestido y presionando mi cuerpo contra la
pared... No recuerdo cuando fue la última vez que estuve tan
excitada. Intento quitarme pero tu mano presiona mi cuello y me
obligas a mirarte, que me niegas con la cabeza, dejando claro que no
voy a poder huir de ti.
Me sueltas, te aflojas la corbata
despacio, sin dejar de clavar tus ojos en los míos, amenazantes y
seductores. Me atas las muñecas tras la espalda a pesar del miedo
que me estás ocasionando no opongo resistencia. Me es imposible
hacer otra cosa que no sea morderme el labio por nerviosismo y
vergüenza. Mi mente me dice que huya pero mis piernas son incapaces
de hacerlo. La humedad en mi empieza a crecer y mi cara se sonroja,
avergonzada por que una parte de mi desea Fsaber donde llega esto.
Pones la mano en mi cabeza, obligándome
a estar de rodillas ante ti, me pides que abra las piernas mientras
miro al suelo. Te sitúas tras de mi, y mis nervios se mezclan con
incertidumbre, no se por que te hago caso, ni por qué quiero
hacerlo. Me pegas un tirón en el pelo que me hace mirar hacía
arriba, no entiendo este juego, ¿Qué haces conmigo?
Intento hablar y un dedo en tu boca me
indica que me calle. Me pones mirando al suelo nuevamente, mientras
escucho el sonido metálico del cinturón abrirse, suspiro con miedo
sin saber que harás conmigo. Sin darme cuenta noto el cuero en mi
cuello y un nudo se forma en mi garganta cuando tus labios rozan mi
oído para susurrarme algo que me humedece por completo "Te
voy a follar como nadie lo ha hecho nunca".
Estás de rodillas tras de mi, metes
una mano entre mis muslos subiendo por completo la falda, y la llevas
hasta mis bragas, donde noto tus dedos por encima de ellas. "Veo
que te gusta lo que hago". Mi boca entreabierta con
respiraciones alteradas lo dice todo, y supongo que notar lo mojada
que estoy por ti también.
En el suelo metes la mano en mis bragas
mientras me lames el cuello y con tu otra mano me estiras del pelo
para exponer mi piel a ti. Me muerdes, me saboreas, me lames, me
haces gemir... tú, un desconocido que acabo de ver y no se de donde
sale.
Siento como introduces dos dedos en mi
interior y mi carne se abre para recibirte con pequeños placeres que
deseo que amplíes.
Me dejo llevar por lo que me haces
"receptiva y abierta para mi, sólo para mi, y cuando me
apetezca a mi. Mía." Siento como mi orgasmo se aproxima y
paras mientras noto como te ríes. ¿Te burlas de mi? "Eres
mía y te correrás cuando yo quiera que lo hagas. Levanta".
Obedezco, mientras me ayudas a
incorporarme y me pones contra la pared. Me bajas la falda y la ropa
interior dejándome desnuda de cintura para abajo. Me das la vuelta y
abres mi camisa de un tirón, haciendo que los botones salgan
disparados por toda la habitación. Sonríes al ver mi sujetador, de
encaje negro, mientras te relames los labios... no tienes reparos en
estirar de el y que los tirantes se suelten, dejándome los pechos
libres y dispuestos para ti. Acercas la cara y me muerdes un pezón,
erecto por la excitación. "Ahh" se me escapa
mientras no puedo dejar de mirarte.
Te quitas, das la vuelta y te veo
desaparecer. No se el tiempo que ha pasado pero vuelves con algo en
la mano, me lo pones en los ojos y me privas de verte. Siento como si
fuera a desfallecer ante ti. Noto algo frío, fino, ¿cuero? Huele a
cuero. Me recorre los labios, baja por mi barbilla, rozas mi cuello y
vuelves a subirlo a mi boca, me pides que lama, ¿una fusta? Pero
qué...
No te hago caso y me das con ella en el
pecho, me duele "Me gusta que me obedezcan, probemos otra
vez" me dices mientras la pones en mi boca y yo misma la
abro y empiezo a chupar "buena chica", bajas por mi
cuerpo, mojándome con mi saliva. Te recreas en mis pezones,
acariciando y haciendo que me arquee contra la pared. Mis sentidos se
disparan al no poder verte y todo me parece mas intenso. Se acerca a
mi intimidad, casi me rozas, poco a poco me acaricias mi sexo húmedo
con el frío cuero, y sin esperármelo me das una sacudida ahí que
me hace temblar las piernas.
Voy a caer, pero me agarras y me pones
de cara la pared y ahora el cuero acaricia mi culo, una y otra, y
otra vez, mientras el dolor y el placer se forman de manera rojiza en
mi blanca piel. "Me recordarás durante un tiempo, y no se si
por el dolor que voy a darte o por el placer que sentirás cuando te
haga correrte y te folle una y otra vez".
No entiendo por
qué, lo que me haces me proporciona ambas cosas a partes iguales,
pero oírte susurrarme obscenidades en mi oído no ayuda a sino
incrementar la excitación y querer saber hasta donde me llevarás.
"¿Te gusta, verdad? Estás deseando que te abra las piernas,
deje la fusta y me meta en ti. Ansías sentirme, puedo oler como te
empapas con mis juegos. Yo se lo que eres, lo que buscas, lo que
necesitas, no puedes ocultarte de mi, ni de tu deseo profundo que
empieza a salir bajo mis manos. ¿Te preguntas quién soy? Quizás
debas preguntarte, ¿quién eres tú? Sólo he necesitado escarbar un
poco para comprobar que necesitas de mi. Pero hoy, voy a usarte yo,
por que eso es lo que te gusta, ¿verdad? Someterte ante mi".
Noto la fría palma de tu mano en mi
culo, azotando una, dos, y tres veces hasta que me levantas un poco y
noto la punta de tu miembro duro en mi entrada "quizás te
duela pero el placer que anhelas pronto te llegará, me encargaré
personalmente de ello cuando me sientas moverme dentro de ti".
Me penetras despacio, agarrando mi cintura con ambas manos, cuando
estás dentro de mi, siento un ligero dolor que poco a poco se va
mezclando con tu promesa de placer. Empiezas a moverte en mi interior
y me agarras del cuello haciendo que esté completamente unida a ti,
cada vez mas intenso, mas rápido, mas fuerte, mientras mi cuello se
siente prisionero y me aprietas la garganta con tu fuerza
descontrolada.
Soy una muñeca a punto de romperse, tu
muñeca lista y expuesta para ti y tus juegos. Bajo tus manos me
llevas a un punto de no retorno entre placer, deseo y dolor que me
eleva al orgasmo y haces que quiera obedecerte. Mi instinto me dice
que eres peligroso pero la idea de no conocerte no me hace echar
marcha atrás, sino mas bien atraerme y saber que puedes hacerme.
Me sueltas el cuello y noto como
respiro mas fuerte, sintiendo esa parte de mi libre. Ahora tus manos
agarran mi culo y me embistes cada vez mas fuerte hasta que me corro
y siento que me caigo si no fuese por tus manos que me mantienen en
pie. Mis gemidos inundan la habitación y me agarras del pelo para
verme la cara mientras me quedo sin fuerzas ante ti y me corro sobre
tu erección palpitante que ansia liberarse. Como si mi cara ardiendo
te excitara, aumentas las embestidas hasta que con un azote que me
hace gritar siento como te tensas y te corres dentro de mi. Mientras
te mueves en los últimos compases siento tus dedos clavándose en mi
carne de manera bruta y animal... la piel me arde, siento como si se
enrojeciese bajo tu tacto.
Te separas de mi y tras un silencio que
me parece eterno me doy la vuelta y me quito lo que tapa mis ojos,
pero no estás. ¿Qué acaba de pasar? ¿Acaso estoy soñando?...
Ummm a veces me pregunto....
ResponderEliminarUmmm a veces me pregunto....
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