Sueños perturbadores +18 - Capítulo 6 ¿Sueño, realidad o ilusión? [DBZ/Naruto] Itachi Y Bulma
N.A: Debido a la tardanza en
actualizar, lo cual pido disculpas y me alegra ver que aún hay gente
interesada en este fanfic tras tantos años, mi manera de escribir ha
ido cambiando, así que ahora la narración pasará a ser en primera
persona y no en tercera, como está en los capítulos anteriores. La
historia será contada por Bulma.
Capítulo
6
¿Sueño,
realidad o ilusión?
Anteriormente en Sueños
Perturbadores....
-Bulma, se que disfrutabas en sueños
y disfrutaste el día siguiente en la cocina... - Pensé en Vegeta,
¿Cómo demonios sabía él de todo esto? - ¡Oh! No me lo digas,
pensaste que era Vegeta, ¿Verdad?, pues déjame decirte algo, Bulma
– Sentí sus dedos entrando en mi interior. - No era Vegeta, era
yo. Entre muchas de mis habilidades está la de hacerte creer algo
que no es real.
-Pero era él... era Vegeta . -
Susurré con la respiración entre cortada. - Era él...
-¿Estás segura ya de algo, Bulma?
- Y entonces la duda se apoderó de mi por completo.
Ahora...
No podía moverme, cualquier intento
por quitarlo de encima era imposible. Pero es que una parte
irracional de mi no quería tampoco hacerlo. Me gustaba. Me excitaba,
me humedecía, me encantaba sentir ese control tan posesivo sobre mi,
casi enfermizo. Pero la imagen de Vegeta en mi cabeza me alertaba,
diciéndome que algo no iba bien... “Cómo iba a ir bien si le
había visto en el suelo...”.
Quise gritar, intentando llamar su
atención, la de mi príncipe, pero fue en vano. Por algún motivo
estaba obligada a obedecer todo lo que me estaba diciendo, y si él
decía que me quedara quieta y le tocara, yo lo hacía, aunque no
quisiera.
Pero poco después algo cambió, sentí
que mi cuerpo podía recobrar parte del control y con una pesadez en
los ojos me desmayé antes de moverme, pudiendo hacerlo ahora, viendo
en el último momento la cara de Goku y Vegeta ante mi.
No sé el tiempo que estuve dormida,
pero cuando me desperté a mi lado se encontraban ambos. Itachi no
estaba. Me senté en la cama y la mirada de Vegeta me atravesaba.
- - ¿Qué hacéis aquí? ¿Estás bien, Vegeta?
- - Sentí un KI muy fuerte y extraño cerca de aquí, y con los acontecimientos de los universos paralelos no termino de fiarme. Siempre he querido enfrentarme a gente poderosa, y este Ki lo era. - Goku como de costumbre sólo pensaba en eso.
- - ¿Por qué debería estar mal, mujer?
- - Por que te vi tirado en el suelo antes de desmayarme.
- - ¿Qué? - Vegeta y Goku me miraron sorprendidos gritando al unisono.
- - ¿No te enfrentaste a él? - Pregunté extrañada.
- - ¿A quién? Mujer, el golpe te ha dejado peor de lo que estabas.
- - A Itachi. - Grité desesperada.
- - ¿Quién demonios es Itachi? - Goku estaba mas perdido que nunca.
- - Parece ser que uno de los viajeros de universos de aquel maldito deseo.
- -¿Te has enfrentado a él, Vegeta? No es justo, yo también quiero pelear.
- -Claro que no, estúpido. No sé de donde se está sacando eso.
- -Vegeta – Le dije muy seria levantándome de la cama y poniendo mi dedo en su pecho, a modo de acusación. - Yo te vi en el suelo tirado, inconsciente o muerto, pero te vi ahí justo antes de...
- - ¿De? - Preguntó Vegeta mirándome con cara de pocos amigos.
- - Lo que importa es que yo te vi. - Y a todo esto, ¿Dónde está?
- - No lo sé, cuando llegué te encontramos sola con la mirada perdida.
- - Pero él... estaba conmigo... - Todo era cada vez más confuso. ¿Me estaba volviendo loca? Realmente aquello de que iba a confundir la realidad y la ilusión iba a ser verdad, por que ya no estaba segura de nada.
- - Su Ki se desvaneció antes de llegar y no consigo dar con él. - Goku se estaba esforzando realmente por encontrarle, su instinto saiyan por la lucha lo encendía ante un adversario, y con los dedos en la frente para teletransportarse su cara cambiaba a una mucho más seria.
Vegeta me miraba, desconfiado,
extrañado, con muchas preguntas, seguro, en mente que no me iba a
realizar. Su orgullo no podía. Pero mi corazón latía más
tranquilo al saber que nunca estuvo ahí tirado, y que estaba bien.
Sin embargo la confusión de todo me estaba haciendo replantearme mi
cordura. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué era ese hombre?.
Durante dos días pude disfrutar de
tranquilidad, Itachi se había ido, o eso creía yo. Aquella noche me
acosté y un ruido extraño me hizo darme la vuelta en la cama para
ver frente a mi la figura del Uchiha. Me observaba, con esa mirada
fría y misteriosa que tan de punta me ponía los pelos.
Vegeta no estaba, y sentí el impulso
de llamarle a gritos pero esto sólo iba a terminar en una pelea y no
tenía seguro quien iba a ganar.
- ¿Qué haces aquí, otra vez? - Pregunté agarrando las sábanas y poniéndomelas hasta el cuello.
- - Sé que tienes muchas preguntas, Bulma. Sé que no estás segura de nada y puedo esclarecerte tus dudas sobre mi y nuestros momentos juntos.
- - ¿Qué me has hecho?
- - Nada. O nada que no quisieras... al menos en teoría.
- - ¿Por qué vi a Vegeta ahí tirado? Él nunca peleó contigo.
- - Se llama Genjutsu.
- - ¿Genjutsu?
- - Pertenezco al Clan Uchiha, portador del Sharingan. A través de el puedo realizar técnicas ilusorias y crear una realidad que no es mas que mera ficción.
- - No entiendo nada...
- Quería someterte a mi. Confundirte, que te encariñaras conmigo y así conseguir un fin.
- - ¿Por qué yo? ¿qué has estado haciéndome? ¿Todo ha sido mentira?
- - Aproveché tu confusión, tus dudas y entré en tu cabeza tergiversando tu razón. Aunque debo admitir, que disfruto viendo como hasta sin estar bajo una ilusión has cedido ante mi.
Abrí la boca pero las palabras no me
salían. Ahora todo tenía más sentido. Este hombre había estado
manipulando mi cabeza.
- No todo lo que has vivido conmigo ha sido mentira, ni todo lo que sientes es cosa mía. Recurrí a ti por diversas razones. La primera que, por alguna extraña razón, te fijaste en mi y nos llamamos la atención.
- - ¿Y la segunda?
- - Me estoy muriendo.
- - ¿Cómo?
- - Tengo una extraña enfermedad y no tiene cura, aunque tampoco la quiero. Sólo necesito un poco de tiempo más y sé que me lo puedes dar. Sé todo sobre ti, sobre tu gran mente científica. Puedes ayudarme, Bulma. ¿Lo harías?
- - ¿Por qué iba hacerlo? Has estado jugando conmigo todo este tiempo, manipulando mi mente, mis emociones, mis senti... - Me callé al darme cuenta de la palabra que iba a decir.
- - Lo sabía. - Se acercó a mi, puso su mano en mi barbilla y la alzó, acercando su cara a la mía. - Sé que te atraigo, tanto como tu a mi. Ayúdame.
- - ¿Todo eso de que mataste a tu familia es cierto? - Pregunté asustada.
- - Sí. - Cerró los ojos y se apartó de mi para darme la espalda. - Supongo que puedo contarte la verdad después de todo, al fin y al cabo estás en otro universo.<< Trabajé como espía doble en mi mundo, tenía que ser el eslabón que unía a la aldea con mi clan, pero este último planeaba atacar la aldea, poniendo todas las vidas en peligro. Por otro lado, la aldea planeaba atacar a mi clan en un ataque preventivo. El hombre al mando, Danzó, me propuso algo que no pude rechazar. Si yo exterminaba a mi clan podría salvar a mi hermano pequeño, sino, él también moriría en el ataque que el mandaría llevar a cabo a su unidad de ninjas preparados.
Se me heló la sangre y una parte de mi
corazón se estremeció sintiendo realmente lástima por ese chico
que me daba la espalda y ocultaba ahora su tan brillante miraba
escarlata.
- - Acepté, y con lágrimas de sangre y el dolor más insoportable que puedas imaginar, acabé con cada uno de ellos. Incluidos mis padres. Aquella noche hice que mi hermano pequeño me odiara por siempre, que se cegara con vengarse de mi. Necesitaba que eso ocurriera y sentir como mi castigo por tal tremendo acto, era dado por mi propio hermano. Sin embargo, el destino a querido castigarme y me ha mandado una enfermedad que me está matando, y necesito medicamentos que me den un poco de tiempo. El suficiente para poder enfrentarme a mi hermano.
- - ¿Por qué quieres enfrentarte a él? ¿No es mejor dejarte ir, y morir si es lo que deseas?
- - Quiero que me venza, quitarle el mal que se ciñe sobre él, que está dentro de su cuerpo, y que sienta que ha vengado a su familia, que pueda encontrar algo de luz en su camino oscuro.
- - ¿Cómo podré saber que esto es verdad y no otra mentira y manipulación tuya?
- - Por que te lo mostraré.
Se dio la vuelta y clavó sus ojos en
los míos y pude ver cada una de la imagen que había narrado antes
como si fuera una visitante en su historia, una testigo de su vida
oculta. Entonces le creí.
- ¿Pero por qué crees que yo puedo ayudarte? ¿ Por qué no alguien de tu mundo?
- Gracias a ese dragón pude venir aquí y descubrir la cantidad de tecnología que tenéis, algo que nos falta en Konoha. Además, he podido ver que eres considerada un genio.
- - Te ayudaré, pero sólo con una condición.
- - ¿Cual?
- - Quiero que me digas que ha sido verdad y si hemos tenido algún tipo de contacto íntimo en algún momento... - Miré a otro lado muy nerviosa y colorada. - No sé que ha sido real o no.
- - Aquella vez, en la que Vegeta entró y yo desaparecí... - Sonrió. - estabas entregándote a mi por propia voluntad, recuerda.
- - Pero los sueños...
- - El primer sueño no fue cosa mía, sino tuya. Yo me limité a aprovecharme de esa debilidad para hacerlo en alguna ocasión. Pero aquel día, Bulma... - Acercó su mano a mi brazo, me agarró y me atrajo hasta él. - Fue todo real, lo sabes como yo. Tu cuerpo lo sabe, reacciona ante mi. Observa...
Delicadas caricias recorrían mi piel
de arriba abajo, dejando un destello de calor y excitación que me
hacía recordar ese momento con él.
Me aparté, le miré.
- Y esto... ¿Es un sueño, realidad o
ilusión? - Pregunté confundida.
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