Dos extraños +18
Dos Extraños Cansada de sus demonios y dispuesta a despejarse un poco del infierno en el que vivía, hizo caso a sus pensamientos de dejarse llevar, otra vez. Se permitiría contemplar la posibilidad de alejarse de la oscuridad en la que su mundo se había metido desde hacía ya varios años. Como cada vez que lo hacía, recurriría aquel bar. Siempre de la misma manera. Salvaje, solitaria, dispuesta a vencer y a luchar contra todo lo que estuviera delante de ella. Siempre terminaba ahí, cada noche buscaba consuelo en un hombre distinto. No le importaba el nombre, aunque ellos se lo decían. No le importaba su vida, aunque ellos se empeñaban en contársela. No quería sentimientos, relaciones, miramientos, ni cualquier emoción que pudiese implicar algún tipo de remordimiento después. Se terminó de arreglar, bajó hasta la cochera y cogió su coche. Cuando llegó al bar de la calle mas transcurrida de la ciudad, aparcó una calle más atrás. Intentando evitar siempre levantar sospechas de gente qu